Sabía que tenía que dejar los tapujos atrás,
dejar el morbo al lado y saber que no solo iba a ver una película pornográfica,
sino una de las más salvajes y poéticas historias. En la mitad del primer
volumen empecé a cuestionarme sobre la verdadera situación de Joe –la
protagonista de la película- pero ella solo me lo decía, “para mí la ninfomanía,
es cálida”, todavía siento como la frase retumba en mi cabeza; pero más allá de
frases y discursos marcados por la realidad de la cinta, esta última película
del controvertido y brillante Lars Von Trier, ha dado mucho de qué hablar,
todos quieren verla. Quién no. Lastimosamente está censurada en toda Colombia; este
país tradicionalista, ¿no sería esto una ofensa a un director y más de la talla
del danés? En Turquía fue prohibida.
Recuerdo cuando vi Melancolía, esos diálogos tan
filosóficos y esa historia tan compleja, es la misma sensación con Ninfomanía,
esa búsqueda del director de ponernos a jugar con la mente, a cuestionarnos, a
que interpretemos por nuestra cuenta los detalles; esa interesante propuesta
visual, luz natural, cámara al hombro, esas analogías que hace con el tema de
la música y por supuesto la vida sexual de una mujer, como lo asegura la
docente de Cine de la Universidad Cooperativa de Colombia, María Cecilia
Castañeda, Lars Von Trier se rebela contra los usos indiscriminados de los
efectos especiales en sus películas.
La
entrevista completa a María Cecilia Castañeda, Profesora de Cine UCC
La bucólica historia nos enseña unos bellísimos primeros
planos, no solo limitándonos a los penes y vaginas, sino esas partes que la
película regala a lo largo de la historia; tan característico del director. Definitivamente
es una obra tranquila y profunda que enseña ideológicamente cómo es el papel de
una mujer sexualmente activa en esta sociedad.
Esos estados de ánimos por los que pasé fueron distintos,
ninguna película por muy buena que sea produce eso; primero estaba oscuro,
opaco y callado; luego te sorprende esa torrencial canción de Rammstein Führe
Mich, descargando todo ese poder que le da paso a la mordaz y brillante
historia.
Cuando empecé a conocer la historia de Joe
entendí que no puedo juzgarla, somos seres humanos, disfrutamos del sexo, nos
masturbarnos y nos encanta morbosear, hasta considero que somos varios los que
hemos tenido una experiencia del sexo casual;
por eso ella no siente culpa por ser ninfómana, ni por haber causado
tanto daño, al contrario solo habla de lo cálido que era para ella disfrutar
del sexo, recibiendo la contraparte del diálogo por el viejo Seligman –que la
recoge en la calle- es ahí donde se conoce lo complejo y el placer (orgasmo) intelectual
al que nos expone Lars Von Trier.
El análisis psicológico que hay detrás de una
ninfómana, es la verdadera ciencia de la película, no solo raya con el porno,
sino que ahonda el personaje con ese bárbaro y obsesivo pensamiento. El primer
volumen revela más las inclinaciones de
Joe, a mi parecer no es tan fuerte desde el punto de vista sexual, sino que nos
muestra esas experiencias sexuales que la llevan a la adicción; el segundo
volumen si revela una historia más encarnada, unas escenas más explícitas y un
descenso de placeres que caen en picada con sus argumentos, simplemente somos
presos de los placeres que la misma Joe nos enseña, explica y sorprende.
Según Nadya Sierra, Psicóloga de la Universidad
Cooperativa de Colombia, es importante olvidarnos del morbo y hacerle una
lectura a esos comportamientos sexuales que nos enseña la película desde las
imágenes explícitas, ver como estas vivencias sexuales pueden conducir a
ciertos trastornos, ciertos comportamientos que pueden alterar la funcionalidad
del ser humano, por eso es importante trascender ese asunto que es tan
mitificado y culto para esta sociedad como lo es la genitalidad.
La
entrevista completa a Nadya Sierra, Psicóloga UCC
María Cecilia habla de algo
muy interesante y es sobre lo que están pensando los críticos de la película, ella
asegura, el por qué las películas burdas del cine no son censuradas, cintas
donde se ven muertes, sangre y asesinatos por doquier y por qué esta película que
enseña un mensaje a través de la sexualidad, con unas connotaciones gigantes
alrededor del sexo es censurada; tiene razón, además hay que pensar
en algo, ya estamos en la edad donde esos tapujos que tiene la sexualidad caducaron,
es ahora donde se pueden contar historias del sexo con toda sus derivaciones en el llamado
séptimo arte.
Por eso sentí que la
película no era de esas cintas porno, sino todo un arte, ligado a unos orgasmos
intelectuales, con un bagaje cultural del director, con unas espléndidas y
cuidadosas actuaciones y con una vagina que anhela su mayor satisfacción; que
entre más tiene, más desea. Son dos volúmenes brillantes, ligados al placer de
vérselos completos y sin vergüenza, claro está el glamur queda atrás, por eso me
atrevería a decir que es más voyerista La Vida de Adele; lo que hace Ninfomanía
es una introspectiva clara de que el sexo sin amor está de moda y que somos seres
sexuales ligados a un placer que va más allá de nuestros propios e instintos
deseos.
¡Qué viva el SEXO!
Que excelente análisis, estoy muy de acuerdo contigo, pues, a través del séptimo arte, en los temas de sexualidad se podría aprender bastante. Lastimosamente en nuestro país nuestros dirigentes y políticas algo arcaicas, siempre ven toda expresión de sexualidad como pornográfico.
ResponderBorrarEs fascinante tener información que nos lleve a ver más allá, generar una conexión de neuronas literal, no solo hablar de manera superficial. El tener simples imágenes que muestran una actividad, en este caso el sexo, y como se menciona de cierta manera en el blog poco a poco puede tomar fuerza o se pueden perder ciertos estigmas, esto con un énfasis que se podría catalogar como positivo, lastimosamente no para todo el público en general es así.
ResponderBorrarHay que tener cuenta que somos seres visuales, que respondemos precisamente a ello, porque esa es nuestra naturaleza, acción-reacción; pero una producción de este tipo es muy importante tocarla, y más desde el cine, donde está el juego de historias llevadas a una pantalla, el deseo de capturar al espectador y hacerlo parte de la trama. Como lo dije al inicio es VER MÁS ALLÁ, es evidente que se generan preguntas internas, al mismo tiempo un deseo de interacción, algo externo de saber la opinión del otro, de departir sensatamente, incluso de hacer.
El censurar estos temas y este tipo de producciones, lo único que hace es tapar y/o retroceder el panorama que trae la misma temática, hay que mirar el crecimiento de la tasa de natalidad por ejemplo, el incremento o el manejo de las enfermedades de transmisión sexual incluso, aspectos que sí competen a un gobierno y a una sociedad misma, pero que no somos capaces de asumir abiertamente. Una producción como esta, desde mi ver es sana, necesaria, es interesante incitar no a tener sexo desenfrenado como tal, sino a ver el proceso de una persona sumergida en el tema, tener de cerca los antecedentes y posibles aspectos emergentes que nos pueden tocar en determinado momento.